«Asociamos, en gran medida, la verdad a la conveniencia, a lo que mejor concuerda con nuestro interés, bienestar o promesas personales para evitar grandes esfuerzos o los poco gratos trastornos de la vida. También hallamos bastante aceptable lo que en gran medida contribuye a aumentar nuestra autoestima. Las conductas sociales son complejas y comprender su carácter resulta mentalmente agotador. Por lo tanto, nos aferramos, como si de un bote salvavidas se tratase, a aquellas ideas que representan nuestra comprensión de las cosas.
Lo podríamos denominar sabiduría convencional y ha de ser simple, práctica, cómoda y reconfortante, aunque no necesariamente cierta. Reconocer en qué momentos es falsa constituye un buen comienzo para formular preguntas.
El enemigo de la sabiduría convencional no son las ideas, sino el trascurso de los acontecimientos»
John K. Galbraith.
El dudar crónico es el ejercicio mas eficaz para mantener vivo lo que se pone en duda. (Peter Sloterdijk)